martes, 9 de abril de 2013

La Guerra y el Comedor de Serpientes

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                              "Después del final de la Segunda Mundial
        el mundo se dividió en dos: Este y Oeste.
              Esto marco el comienzo de la era llamada
              la Guerra Fría"


Con estas palabras empieza la narración sobre los sucesos que tuvieron lugar en los años sesentas. El punto de vista es el de un soldado Americano llamado Jack, estamos en medio de la selva en territorio hostil, la cápsula en la que hemos llegado por aire se esta incendiando y tenemos poco tiempo antes de que los soldados la vean y nos descubran. Nuestra mentora, nuesto ejemplo ha seguir acaba de dejarnos indefensos. No tenemos armas, no hay marcha atrás, sólo podemos seguir adelante... 

Es cierto que el personaje con el cual comenzamos esta historia no existió en la vida real y que pertenece al mundo de los videojuegos, o más específicamente al mundo de la Saga de Metal Gear creado por Hideo Kojima y traída a nosotros por Konami. ¿Por qué entonces usar un personaje de ficción para seguir los pasos de la historia?

Antes de responder esa pregunta comencemos por replantear la situación que se vivía en la segunda mitad del siglo pasado, un mundo no muy diferente al nuestro pero que parece lejano al mismo tiempo. Las relaciones ideológicas, políticas y sociales no podían ser más tensas en aquellos años. Por un lado estaba este país de occidente: Estados Unidos con sus aliados, todos abanderados del Capitalismo y por el otro al noereste, en las regiones frías y altas del continente, la Unión Soviética (URSS) partidaria del Socialismo. El muro de Berlín tenía poco de haber sido levantado separando Alemania en dos: la República Federal Alemana (RFA) y la República Democratica Alemana (RDA). La acción emprendida por la RDA fue justificada, defendida y sostenida argumentando que era una protección en contra de las agresiones de la RFA y sus aliados occidentales de la OTAN, una barrera "antifascista". Eso se sumó a los acontecimientos que llevaron a la Crisis de los Misiles en Cuba. Aquellas "pequeñas Islas" de pronto representaban una amenaza latente, aguardando al amparo de las sombras para revelarse con fuego. Estados Unidos descubrió a tiempo las instalaciones de misiles soviéticas próximas a estar activas en Cuba, a una distancia muy conveniente de su territorio y por otro lado el país Norteamericano tenía intenciones de invadir la isla y había apostado su propia bestia de combate: misiles en Turquía, cerca de la frontera con la Unión Soviética. La crisis se resolvió cuando Estados Unidos acordó retirar sus instalaciones de misiles de Turquía y la Unión Soviética hizo lo propio con las instalaciones en Cuba, pero la Guerra Fría continuó.

Y es allí donde nuestra historia comienza. El escenario en el que se desenvuelve todo es el video juego de Metal Gear Solid 3: Snake Eater. La fecha es 24 de Agosto de 1964, dos años después de la Crisis de Misiles en Cuba, a partir de allí se van entrelazando hechos ficticios con la realidad en una inteligente trama que nos sumerge en la escencia misma de la Guerra Fría. Según el juego de Metal Gear la crisis realmente se resolvió en un acuerdo secreto cuando Estados Unidos accede a entregar al científico Nicholai Stepanovich Sokolov a cambio de que se retiraran los Soviéticos de Cuba, puesto que la bases de misiles apostadas en Turquía eran ya obsoletas y en realidad no presentaban ningun peligro. Sin embargo investigando un poco más descubren que están obligando a Sokolov a construir alguna clase de arma nuclear que podría desatar una Tercera Guerra Mundial y es entonces cuando la misión Snake Eater (Comedor de Serpientes) da inicio.

Se nos presenta al joven Jack, un agente que pertenece la unidad Fox que está especializada en misiones de infiltración, y es quién lleva el hilo conductor de la trama. Después de saltar desde un avión, en lo que según el videojuego afirma es el primer salto HALO en la historia (High Altitude-Low Opening/Gran altitud-Baja Apertura), aterriza en Tselinoyarsk dónde Sokolov esta retenido. Y a Jack le es asignado el nómbre código de Snake (Serpiente).

Pero entonces si los hechos ocurridos en del videojuego son ficticios ¿Porqué resulta al mismo tiempo un complemento de la historia? Mejor aún ¿cuál es la Palabra Secreta trás el nombre de Metal Gear Solid?

Hideo Kojima nos presenta la oportunidad de tener un punto de vista desde el campo de batalla y desde quién mueve en realidad todo detrás de la guerra: los gobiernos. No se trata simplemente de un juego en el que se pretender matar tantos enemigos como sea posible, ni siquiera de convertirnos en héroes a través del personaje de Snake sino de en verdad arrastrarnos pecho tierra sobre el lodo y comprender los sucesos no como datos y fechas, sino como una vivencia personal. Si nos ponemos bajo la piel de éste personaje llegaremos al punto de cuestionarnos ¿a quién debe lealtad verdaderamente un soldado? ¿a su país? ¿a sus creencias? ¿a su familia y amigos? ¿a su pareja? Porque cuando se viven tiempos de guerra y ésta llega a su fin, para todos termina y se pasa la hoja. Luego tal vez se reanuda la guerra en contra de otro país o países y se trata de un "asunto diferente" para los civiles, para los gobiernos... ¿y para los soldados? Escuchamos que a veces desertan para trabajar con otro país pasando a ser traidores. Podríamos decir que los motiva la ambición y acertaríamos en muchos casos, pero es algo más complicado que eso.

Al avanzar un poco el juego de MGS (aviso de spoiler) Snake se encuentra con quien fuera su instructora, su maestra, casi su madre adoptiva a la cual apodan "The Boss", gracias a sus habilidades numerosamente probadas trabajando para el gobierno Americano. Al principio ella respalda la misión apoyando a su protegido más de pronto todo da un giro inesperado cuando ella, frente a los ojos de Snake, deserta a favor del bando contrario. Peor aún, cuando comunica de éste suceso a sus superiores ellos modifican la misión: él deberá pelear para encontrar y desarmar el arma nuclear, rescatar a Sokolov y eliminar a The Boss. Esto es sin duda un claro reflejo de la realidad: los gobiernos danzan entre ellos siendo ayer aliados, mañana enemigos y pasado mañana se dejan de hablar declarándose una guerra fría y los soldados deben jugar al ritmo que marcan. Olvidar antiguas alianzas, traicionar amistades, pelear lado a lado con quienes antes les hirieron y a los cuales una vez persiguieron arriesgando sus vidas en el proceso. Deben permanecer leales a su país en todo momento aunque su país muchas veces no lo haga. Se desangran y mueren por ideales que mañana serán polvo y ceniza. Para no ir más lejos tenemos la guerra de Vietnam, en la que la CIA advirtió de la imposibilidad de ganar por las armas desde el principio y de la que muchos americanos estaban en contra. Aún así muchos soldados fueron enviados a luchar, y muchos no regresaron.

Éste es el mérito de MGS, y no sólo de ésta entrega sino de la saga completa: nos hace vivir en carne viva la angustia, la euforia, la traición, la lealtad, nos da una probadita de la sangre propia y de los enemigos de tal modo que incluso derrotar a los personajes principales a lo largo del juego, se vuelve en cierto modo conmovedor y doloroso. Con nombres como The Pain (Dolor), The Fury (Furia), The End (El Fin), The Fear (Miedo), nos damos cuenta conforme los vamos derrotando en la piel de Snake, que cada uno de ellos representan aspectos que residen en todo ser humano y en nosotros mismos y que cada uno pelea por lo que cree que es correcto, igual que Snake.

Los gobiernos pelean por sus ideales y conveniencias, no con sus propias manos sino con las de otros. Al hacer esto ¿qué tanto pertenecen las manos a sus creadores? "Las manos" pueden ser aliadas de un país que luego es enemigo, en consecuencia si  pelean después en su contra ¿Hasta dónde sus acciones se consideran leales o traición? Una cosa es segura, la historia la escriben los vencedores.

Vive, llora, mata, busca, decide, ama, pelea, sobrevive siendo Snake y quizá estés más cerca de encontrar la Palabra Secreta detrás de Metal Gear Solid, detrás de la guerra que se libra en el campo de batalla y en nuestras propias mentes.

Advertencia: el siguiente vídeo contiene numerosos spoliers.


*La imágen, las escenas y los personajes mencionados pertenecen
a sus autores y este blog no reclama ninguna propiedad sobre ellos.

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