viernes, 5 de abril de 2013

El Bueno, el Malo y el Antiheroe

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Imagen tomada de detalent.blogspot.mx  

En años recientes hemos visto cambios sutiles en los llamados héroes y antihéroes. No es novedad que los personajes de los cómics y las novelas gráficas han ido evolucionando a la par de la época en la que se imprimen. Así por ejemplo podemos ver a un Capitán America que defiende los ideales de patriotismo, justicia, honor, lealtad y que dibuja un esquema del soldado ideal en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Aunque fue presentado al mundo poco antes de la guerra, tendía a reforzar las ideas antinazis y fomentar las carácteristicas enlistadas. Conforme el mundo fue cambiando, llegaron los años sesentas junto con el temor de los avances en la investigación átomica y el peligro de la radiación. En ese tiempo podemos ver numerosas aluciones al respecto: la serie animada de la Hormiga Átomica (Atom Ant), las películas de Godzilla -a mediados de los cincuenta-, la Mosca (The Fly), Dr. StrangeLove, etc. Y en los cómics vemos el surgimiento de personajes como Spiderman, los Hombres X (X-Men), Hulk o los Cuatro Fantásticos (Fantastic Four), por mencionar algunos.

Llegó el nuevo milenio, una nueva era, una en la que se siente la desconfianza de hablar con extraños hasta dentro de nuestro hogar. Con los avances de hoy en día bien podemos mezclarnos con gente de todas partes del mundo sin tener que abandonar nuestro sillón predilecto. Éste es el tiempo de la tecnología, en la que las fantasías más extrañas toman vida sin sensura en la pantalla chica, en la grande y en las portátiles. Es un mundo dónde el sentido de la privacidad es casi nulo a menos que uno decida abstenerse de adentrarse en el sistema nervioso de las redes sociales, cosa casi imposible si se quiere mantener en el mapa de los amigos, los conocidos, los familiares, o el amor de la vida. Y mientras nuestro acceso se vuelve casi globalmente ilimitado, también esa pequeña duda de ser vigilados crece a la par. "Durmiendo con el enemigo" sería un buen título para nuestra relación con la tecnología. 

Entonces mientras en el siglo pasado era fácil distinguir entre héroes y villanos, entre bien y mal -al menos en las películas-, la línea divisoria parece haberse desdibujado y las cosas no siempre son lo que parecen. Conforme han pasado los años hemos visto bajar a los héroes de sus pedestales, se han ido humanizando y desarrollando una compleja personalidad para reflejar algo más cercano a lo que es la sociedad y sus individuos, sus sueños, sus aspriaciones, sus miedos, sus ambiciones, su voluble sentido de moralidad. Para aquellos que no son cercanos al mundo de los cómics, este cambio en los héroes se ha visto reflejado claramente en el celuloide. Así los hemos visto oscurecerse para adaptarse a la idea que hoy día es mejor aceptada como la definición de "héroe", que se acerca más a lo que sería un antihéroe. Un antihéroe podría resumirse en la frase "el fin justifica los medios", es un héroe que defiende una causa justa pero no siempre sus métodos son aceptados o bien vistos por la sociedad, incluso muchas veces quebrantan la ley, la moral y su propio código con afán de lograr lo que quieren. Y los villanos, bueno... aunque sabemos que sus métodos son por demás extremistas, a veces comprendemos su punto de vista tan bien como el de los héroes. Y en secreto llegamos incluso a apoyarlos, porqué ¿quién no ha soñado con matar o deshacerse de alguna persona que nos moleste al grado de aborrecerla?

Si pensamos, por ejemplo, en la idea de Superman de principios del siglo pasado, encontraremos muchas burlas sobre el "Boy Scout Azul". El nuevo Superman que nos han mostrado en un traje de tonos más oscuros, ya no es el prototipo de hombre perfecto, incluso lo hemos visto debatirse si su llegada al mundo es un bien o un mal (Smallville). Le tomamos afecto a un Lex Luthor corrompido por su propia familia e incluso Lana Lang pareció tener cierta malicia que nunca imaginamos posible al verla en la anterior película de Superman, protagonizada por Christopher Reeve.

Con esta nueva idea de los héroes, hemos podido ver desfilar propuestas como Los Vigilantes (Watchmen), V de Venganza (V de Vendetta) -una semblanza de lo que hay en realidad bajo la máscara...-, Kick Ass -una probada de lo que sería ser héroe y llevar mallones amarillos en el mundo real-, los Hombres X (X-Men), Smallville, Heroes, un Batman en el que los villanos juegan más que con lo monstruoso, con la psicología humana... Todos estos exelentes trabajos que antes no hubieran sido tan fácilmente recividos por los espectadores ávidos de entretenimiento.

Estamos llegando a un punto de aceptación sobre la ambiguedad de la naturaleza del ser humano, aunque sea a nivel inconsciente. El problema radica cuando quiere presentarse este nuevo mundo a los niños combinando una oscuridad que aún no tienen armas suficientes con las cuales valorar y discriminar, con gran cantidad de efectos especiales, algunos chistes de doble sentido para abarcar mayor audiencia, y una inocencia que quizá debería dejar de llamarse tal; todo combinado para darnos un clasificación B (mayores de 12 años) cuando debería ser b15 (mayores de 15 años), o una clasificación b15 cuando la historia amerita una C (mayores de 18).

En este nuevo siglo no sólo se esta difuminando la línea entre blanco y negro, dejándonos con una gama de grises, sino que también la misma infancia se esta perdiendo con el temprano crecimiento sin la madurez que implica el mismo. Un reflejo claro de ello son los antihéroes y su creciente popularidad entre los niños.

Profundizar sin tantos prejuicios sobre los comportamientos de los individuos, héroes o no, es algo que nos trae un conocimiento más rico de cada uno pero debe tenerse cuidado de caer en ilusiones, de ver el mundo sin dicernimiento a través de la pantalla. Y habría que preocuparnos por educar a las generaciones venideras para aprender a distinguir una cosa de la otra. Sobre todo tener en mente que sea cual sea la pantalla que utilicemos: tablet, laptop, celular, Ipod... todas estas son sólo un espejo de nosotros mismos. La Palabra Secreta sería ¿quién somos? ¿el bueno, el malo o el antihéroe? Quizá una mezcla de todos...


*Los personajes y títulos mencionados
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