martes, 16 de abril de 2013

El Conejo Blanco y la Sota de Corazones

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Imagen tomada de Worth1000 Contests, diseño de Pandora298 

El conejo blanco es pequeño, escurridizo y a veces casi invisible.  Todos intentamos encontrar nuestro camino aunque en ocaciones ni si quiera estamos seguros de donde estamos parados. Al crecer, dejar la escuela, los juegos de la infancia, de pronto nos encontramos sin nadie que nos ponga una estrella por cada acto destacable que hacemos, o que nos dejen las tareas diarias y esten atrás de nosotros supervisando que lo hagamos. Llegando a cierta edad se espera que aprendamos a comportarnos con más seriedad y que sepamos escojer lo que es más conveniente para nosotros al mismo tiempo que debemos conseguir la aprobación de la sociedad y no vendría mal también llegado el momento, obtener un auto lujoso, un buen empleo y una bonita casa lejos del ruido y el ajetreo citadino. Y si logramos que nuestro nombre aparezca en los créditos de una gran obra o en la portada de una revista ¿qué mejor? El folleto de la vida perfecta se nos obsequia a montones en la televisión, en las marcas de los productos cotidianos y no tan cotidianos que adquirimos, en las conversaciones con los amigos y bajo la almohada cada noche al dormir. Sólo que el folleto no viene con instrucciones y además no aplican las mismas reglas a todas las personas. Cada quién tenemos que hallar la manera de transformar los sueños en una realidad contante y sonante. 

Curiosamente al crecer se nos pide que abandonemos los infantilismos pero a su vez llega una sensación de haber caído en el agujero del País de las Maravillas hacia un mundo en que cada uno ve las cosas de distinto modo y pareciera que también cada cual habla su propio idioma. Así mientras unos estan guardando planes bajo el sombrero, intercambiando acuerdos políticos entre una cucharada de azúcar y otra, y tomando un lugar diferente en la mesa de Juego de Tronos según las manecillas del reloj, otros más se entretienen cortando cabezas y pintando rosas blancas de rojo en sus reinos aparentemente muy lejanos de la mesa de discuciones del Sombrero. En nuestro andar por este mundo extraño también habrá amigos de sonrisas radiantes que aparecen y desaparecen a voluntad, encontraremos a los que fuman tranquilamente sobre una seta formulando preguntas, guardando energías para convertirse un día en algo más. Tantos y tan numerosos los caminos que procuramos no perderle la pista al conejo blanco que va siempre por delante nuestro, con los segundos guardados en el bolsillo, un recordatorio de que el tiempo sigue pasando hagamos lo que hagamos. Perseguir al conejo nos puede llevar a lugares inesperados o por senderos que desearíamos no haber encontrado. 

Al final muchos se encontrarán con que su vida esta muy lejos de asemejearse a lo que venía en el folleto y que parece más bien un laberinto lleno de criaturas incomprensibles. Los que alcancen a conseguir la casa, el auto y el fabuloso empleo, se percatarán de que el conejo blanco aún sigue escapándoseles de entre los dedos. ¿Cuál es la Palabra Secreta para atrapar al escurridizo roedor? ¿que es lo que éste representa? 

En el final de Alicia en el País de las Maravillas, se lleva a cabo un juicio por unas tartas desaparecidas en la corte de la Reina de corazones. En éste se acusa a una sota de haberlas robado aunque claramente estan sobre la mesa. Alicia se percata de lo absurdo de la situación y entonces se despierta justo cuando la Reina manda a cortarle la cabeza, regresando a la realidad: se había quedado dormida bajo un árbol. Quizá así de igual forma sometemos a juicio el camino que hemos recorrido en busca de la aprobación de los que nos rodean y de nosotros mismos, en busca del conejo blanco de quién nos ayudamos para saber si vamos bien o no, incluso a costa de la felicidad propia. Tal vez entonces igual que Alicia debemos dejar el asunto del conejo y disfrutar cada paso que damos, tarde o temprano llegaremos al sendero adecuado por qué, como dicen por allí "todos los caminos llevan a Roma", sólo que para variar lo haremos con menos frustraciones y más aventuras de las cuales sólo nosotros seremos los jueces absolutos.

*Los personajes y el título de la obra mencionados 
pertenecen a su autor
y este blog no declara ninguna propiedad sobre ellos.

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